Un ángel entre nosotros… La pérdida de mi esposo me sumió en una profunda depresión. Más de cuarenta años de complicidad hicieron que su ausencia se sintiera de forma especialmente dolorosa. Mi tristeza se intensificaba al no percibir ninguna señal suya. Durante una sesión con esta hada, su espíritu se manifestó. Mencionó con exactitud el lugar donde nos conocimos, detalló lo que había hecho en mi vida desde su partida, e incluso describió la joya que me regaló en nuestro aniversario de bodas, ¡incluyendo nombres! Estas revelaciones me convencieron de que sigue a mi lado, aunque ya no pueda verlo. Clara es una joven excepcional, llena de dulzura, bondad y una gentileza fuera de lo común. Gracias a ella, he vuelto a sentir ganas de vivir. Después de cada sesión, me inunda una sensación de ligereza y paz interior. Estoy convencida de que es un ángel encarnado. Le deseo a cada persona la fortuna de encontrarse con ella. ¡Gracias, Clara!